Solo en sueños, solo en el mundo del sueño

te consigo, a ciertas horas,

cuando cierro puertas detrás de mi.


Sabines

Como las flores




Puedo crearte!

Salir una mañana y pedirle  a las rosas

que me repongan de la primavera.

Fundar un mundo minúsculo

a la altura de mis supersticiones,

atravesar las aguas sin contingencias

y pensar que soy más verdad que el océano.

Puedo volver y cobijarme con las hechiceras

dulces locas del caldero

donde remueven las especias con laurel

hojas de roble y anís verde.

Transgredir con la pócima liviana

cambiarla por el delirio

dejar el sueño ausente, la distancia,

añadir el ansia y los abrazos

envenenar de sexo la mirada

y retorcer en la boca un beso

que se muere de tanto inventarse.

 

X.M.

 

                                        





TRÁNSITO

 

Transito los colores,

desde la orilla azul de la vida

alguien me susurra.

Como mujer transporto el cántaro

y es hermoso entregar

lo que nunca ha sido mío.

 

Cuando callo, me juego los poemas

la verdad de mis tiempos.

Si traigo un canto y me parece joven

ya fue masticado en otras partes

recojo el legado de decir

las mismas claves con diferente acento.

 

A cada siglo se agranda la admiración.

 

¿Qué árbol se detiene y no se pronuncia?

 

 

 X.M.




 

Dejará los zapatos rojos donde él pueda encontrarlos

y recordar las piruetas que ella hacía con los versos,

 las sábanas tibias y los silencios que nunca la dejaban ausente.

¡Siempre estaba con él!

Incluso cuando él la olvidaba por un rato para subir a las tapias

y divisar, lo que sólo encontraba a medias en otra gente.

Entonces ella sonreía y lo esperaba

¡Siempre lo esperaba!

porque sabía,  que no podría quedarse allí  por mucho tiempo.

 

 X.M.