Solo en sueños, solo en el mundo del sueño

te consigo, a ciertas horas,

cuando cierro puertas detrás de mi.


Sabines

 

Qué te circunda amor

y me desata

me devora en el poema

te busco

y nada me calla.

 

X.M.



                        Voy a seguir tus pasos hacia arriba,

                        de tus pies a tu muslo y tu costado.

                                                       J.Sabines


Este invierno

dejaré caer las hojas

lentamente hasta tus pasos,

hasta la habitación

en la que alojas la sombra

de los cuerpos conjuntos,

saboreando el empuje

la brecha abierta y desconsolada

de las sábanas respiradas al desnudo.



PRINCIPIO Y FIN



Tu canto

me descubre

igual

al rumor

de tu boca

sin poder decidir

el misterio

al que asisto

cada noche

te quiero

amor mio

sosegada

por tus manos

Celebrando

las palomas

de mi cuerpo

destinadas a morir

invisibles

al final de cada instante .

 



ESPACIO

 

Cuántas veces te amé

y volví al lago donde reposan los espejos

agotada la verdad

y el aplauso de cada instante.

 

Cúantas veces te quiese

revolcando la servidumbre de un lecho

mientras la lámpara instalaba

su humildad de luz y sombras

 

¡Cuántas amor!

has venido envuelto en pequeñas soledades

y comenzamos de nuevo.

 

Ya sólo me convence este espacio

esta vasija plena como la fe

que se sumerge y regresa.

 

Tanta hermosura tendrá un fin.

 

Sólo el agua moldea constantemente su huella.


X.M.



PERFUME A VIOLETAS


 

Hay perfume a violetas

en cada hoja del libro que recorro.

Lentos los ojos

cerca los labios

podrían estar besando desde adentro

y tu no sabes

que esta mujer

dueña de los libros

desde hace tiempos

te cobija,

teje y desteje

tras un reloj de arena

para no dejarte solo con tus sueños

dulce pasto de las sirenas,

Para no dejarte errante entre las olas

entre las hojas

entre los demás hijos de la biblioteca.

 

Hay perfume a violetas

Pero está sólo en mí

Por eso, nadie puede saberlo.

 

                            X.M.

LAS CEREZAS



Otra vez, me aparto de las culpas del desatino

 y me acurruco en tus brazos.

Compartimos la misma mirada
ya fue así antes
la época de las cerezas regresa a tu boca
como si perteneciera a ella.
Lengua y carne  danse  licencia
como en un lagar las horas exprimidas

Como si al quedarnos solos
        no existiese más
                       que  la boca

                                  y las cerezas.

  


BÚSCAME AMOR



Búscame amor de infinita presencia

en la morada esbelta de un perfume

en mi soñar de espaldas a tu pecho

o en el canto adulterado del vino.

 

Pruébame impura y femenina

crespando las aguas de tu baño

mínima y absoluta

entre los viejos suspiros del mundo.

 

X.M.


Como las flores




Puedo crearte!

Salir una mañana y pedirle  a las rosas

que me repongan de la primavera.

Fundar un mundo minúsculo

a la altura de mis supersticiones,

atravesar las aguas sin contingencias

y pensar que soy más verdad que el océano.

Puedo volver y cobijarme con las hechiceras

dulces locas del caldero

donde remueven las especias con laurel

hojas de roble y anís verde.

Transgredir con la pócima liviana

cambiarla por el delirio

dejar el sueño ausente, la distancia,

añadir el ansia y los abrazos

envenenar de sexo la mirada

y retorcer en la boca un beso

que se muere de tanto inventarse.

 

X.M.

 

                                        





TRÁNSITO

 

Transito los colores,

desde la orilla azul de la vida

alguien me susurra.

Como mujer transporto el cántaro

y es hermoso entregar

lo que nunca ha sido mío.

 

Cuando callo, me juego los poemas

la verdad de mis tiempos.

Si traigo un canto y me parece joven

ya fue masticado en otras partes

recojo el legado de decir

las mismas claves con diferente acento.

 

A cada siglo se agranda la admiración.

 

¿Qué árbol se detiene y no se pronuncia?

 

 

 X.M.




 

Dejará los zapatos rojos donde él pueda encontrarlos

y recordar las piruetas que ella hacía con los versos,

 las sábanas tibias y los silencios que nunca la dejaban ausente.

¡Siempre estaba con él!

Incluso cuando él la olvidaba por un rato para subir a las tapias

y divisar, lo que sólo encontraba a medias en otra gente.

Entonces ella sonreía y lo esperaba

¡Siempre lo esperaba!

porque sabía,  que no podría quedarse allí  por mucho tiempo.

 

 X.M.